
«¡Ah de la vida!»... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
Las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
La Salud y la Edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
Y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; Mañana no ha llegado;
Hoy se está yendo sin parar un punto:
Soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el Hoy y Mañana y Ayer, junto
Pañales y mortaja, y he quedado
Presentes sucesiones de difunto.
El autor del poema “¡ha de la
vida!” es Francisco de Quevedo fue escritor del siglo de oro, el siglo de oro
fue creado por Luis José Velázquez quien empleo por primera vez en 1754 en su importante
y pionera obra critica el “origen de la poesía castellana”. Francisco de Quevedo
es uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y
es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras
narrativas y obras dramáticas.
El poema de género lirico es una inquietud
del autor por el paso del tiempo y la proximidad a la muerte. El autor se sorprende de la rapidez con que ha envejecido y
de cómo le ha abandonado la salud; cae en la cuenta de que la vida ha pasado
sin que él lo advirtiera, y de que está próxima su muerte.
En lo que se refiere la pintura,
la Muerte con su reloj de arena y lanza rota, lleva del brazo a una anciana que
quiere arrastrar consigo a una joven, en la plenitud de su belleza. En el suelo
un bebé dormido y junto a él una lechuza. Un paisaje desolado y angustioso
sirve de siniestro escenario. En el cielo aparece Cristo y una cruz en el Sol.
Esta tabla y su compañera La Armonía, o Las tres Gracias, pertenecen a la
última etapa del artista. Describen entre ambas una compleja pero evidente
alegoría moralizante que alude a la fragilidad de la existencia humana en
general y a la destrucción de la belleza en particular. En ésta se impone un
tenebroso expresionismo germánico que tiende a conmover al espectador a modo de vanitas, o recuerdo de la brevedad de
la vida.
Tanto el poema como la pintura
que escogí, su semejanza que comparten sobre el tema de la muerte y la vida que
se va, son características del barroco,
un movimiento artístico en que los sentimientos de angustia, agonía, melancolía,
son presentes en muchas pinturas y obras literarias, la voz del poema que es Francisco
de Quevedo muestra la preocupación por la muerte y como el tiempo pasa (tempos
fugi), lo mismo que muestra en la pintura la etapas de la vida, el niño, la mujer
joven y una anciana y a su lado la muerte,
en la pintura al lado del niño dormido se ve como un lechuza, la lechuza en las
culturas griegas simboliza la sabiduría y que demuestra que la vida de da sabiduría
empezando desde niño. Igual que en el poema la voz del poema habla “En el Hoy y
Mañana y Ayer, junto” igual en la pintura donde la mujer, la anciana y la
muerte están de pie juntos.
Tanto la pintura como el poema,
su relación sobre el contexto del tema de la muerte y como la vida pasa sin
darnos cuenta, son aspectos que ambos autores tuvieran en sus corazones, es
decir que se dan cuenta como pasa la vida y que el tiempo que queda es poco, la
sabiduría que reciben a cada minuto debe ser aprovechada y es posible que en nuestra
juventud podemos encontrar con la muerte, como demuestra en la pintura, la
anciana quiere llevar la joven mujer. El paisaje triste y oscuros el entorno de
agonía, son los sentimientos de los autores de miedo del ciclo natural de la
vida, lo único que podemos hacer es esperar la muerte, pero seguir luchando por
la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario