Las Bitácoras de lengua castellana tienen carácter educativo. Significan una ventana abierta de las actividades que se realizan en la asignatura, un modo de aprendizaje de la lengua y la inmersión en las nuevas tecnologías de la información. Por todo esto hemos de procurar UTILIZARLAS DE FORMA CORRECTA Y RESPETUOSA.

Se han de perdonar las faltas ortográficas y otras de expresión. Estamos aprendiendo y, por tanto, podemos equivocarnos. Los profesores van corrigiendo, pero a veces hay tantas publicaciones que no pueden seguir el ritmo de los alumnos.

miércoles, 9 de enero de 2013

Museo del Prado



1.- Elige un poema de la Antología (dispones de todos los poemas en el moodle de la materia) perteneciente al Renacimiento o al Barroco y comenta los rasgos mitológicos que observes (personajes, paisajes, actitudes, enseñanzas, descripciones...).

«¡Ah de la vida!»... ¿Nadie me responde? 
¡Aquí de los antaños que he vivido! 
La Fortuna mis tiempos ha mordido; 
Las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde 
La Salud y la Edad se hayan huido! 
Falta la vida, asiste lo vivido, 
Y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; Mañana no ha llegado; 
Hoy se está yendo sin parar un punto: 
Soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el Hoy y Mañana y Ayer, junto 
Pañales y mortaja, y he quedado 
Presentes sucesiones de difunto.


Ah de la vida”, es un poema del Barroco, evolución que sufre el arte renacentista, que culmina en el siglo XVII cuando las obras de arte se centran en el desengaño y el pesimismo, escrito por Francisco de Quevedo. Éste veía el mundo como un conjunto de falsas ilusiones que acaba con la muerte, el fracaso total de España después de ser la potencia más importante del mundo es el causante de dicho pesimismo.
En estos versos Quevedo expresa su inquietud ante la fugacidad de la vida (tempus fugit) y la proximidad de la muerte. Nos cuenta lo rápido que ha envejecido y como su salud ha ido empeorando, que la vida no se para ni un instante.
Respecto a los rasgos mitológicos, Francisco cita a Fortuna, la diosa, diciendo que su fortuna le ha gastado el tiempo precipitadamente. Observamos varias personificaciones en:
Las Horas mi locura las esconde.
La Salud y la Edad se hayan huido!”


2.- Añade la imagen de un cuadro que hayas conocido en el Prado que también contenga rasgos mitológicos. 


Imagen extraída de: http://www.museodelprado.es


Saturno devorando a un hijo, es un cuadro de Francisco Goya que se encuentra en el Museo del Prado, perteneciente al Romanticismo. Saturno es el dios de la agricultura entre los romanos, marido de Ops, diosa de la abundancia. Este fue destronado por uno de sus hijos, Júpiter, por el cual tuvo que instalarse en Lacio, donde creó un reinado conocido como la Edad de Oro. Por este motivo, pensó que la mejor manera de evitar que sus hijos le volvieran a destronar seria devorarlos nada más nacer, y así hizo con todos salvo con Zeus, quien fue salvado por su madre y quien consiguió finalmente derrotar a su padre. En el cuadro observamos un ambiente dramático creado por la luz, característica muy usada en el Barroco.




3.- Realiza una comparación entre tus dos elecciones: comenta las semejanzas, las diferencias, di a qué se deben (a la época, al punto de vista...). Ten en cuenta que deberás documentarte sobre el autor del poema, sobre el pintor, sobre la época en que ambos fueron creados, etc.

Para empezar estas dos obras pertenecen al Barroco, por tanto comparten pesimismo y descontento. Las dos dan mucha importancia al tiempo, Quevedo lamentándose por su fugacidad y Saturno devorando a sus hijos, (tiempo devorando la vida de los hombres), porque sabe que con el tiempo su poder irá disminuyendo. Tanto en el poema como en el cuadro, el fin es la muerte. 

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