Las Bitácoras de lengua castellana tienen carácter educativo. Significan una ventana abierta de las actividades que se realizan en la asignatura, un modo de aprendizaje de la lengua y la inmersión en las nuevas tecnologías de la información. Por todo esto hemos de procurar UTILIZARLAS DE FORMA CORRECTA Y RESPETUOSA.

Se han de perdonar las faltas ortográficas y otras de expresión. Estamos aprendiendo y, por tanto, podemos equivocarnos. Los profesores van corrigiendo, pero a veces hay tantas publicaciones que no pueden seguir el ritmo de los alumnos.

sábado, 26 de mayo de 2012

Juan Ramon Jiménez, Álamo blanco


Para empezar, vamos a hablar del poema titulado Álamo blanco, de Juan Ramón Jiménez, un autor del siglo XIX, dentro de la Generación del 14, un período literario que abarcaba autores nacidos en fechas próximas, presentaban características comunes a la hora de realizar sus obras y pasó un hecho histórico, en este caso, la Primera Guerra Mundial que los hizo variar en el momento de escribir. Pero, Juan Ramón no siempre siguió las tendencias de esa generación. El escritor onubense vivió diferentes etapas en su vida que influenciaron mucho sus poesías. La primera fue la sensitiva, una etapa donde sus obras presentaban rasgos modernistas y abundaba la felicidad; y es la que veremos reflejada a continuación. Este poema podemos encontrarlo en la antología poética del mismo autor.
Para continuar, el tema de este poema es el contacto de la naturaleza con el autor, la tranquilidad que se respira al leerlo, nos sitúa como si estuviésemos justo al lado de ése álamo blanco, donde arriba canta el pájaro y abajo canta el agua. Juan Ramón, en este poema nos quiere explicar que arriba del álamo blanco están los pájaros cantando, y abajo está el agua, de la cual oímos como corre, y entre esas distancias, entre ese arriba y abajo, encontramos al autor, a su alma. Entre esas dos melodías dice, es decir entre el cantar de los pájaros y el sonido del agua al correr, se encuentra una columna de plata, con la cual quiere referirse a una cascada. Entonces nos sitúa elementos naturales del mismo modo que nos sitúa los pájaros arriba y el agua abajo. Lo hace de la siguiente manera: primero, las hojas, los pájaros y las estrellas, que estarían situadas arriba, y, después, con un punto y coma nos separa los anteriores elementos con las flores bajas, las raíces y el agua, que nos las sitúa donde estaría el agua. Y, otra vez, entre ese arriba y abajo, tenemos la columna de plata.  Y el tronco ideal, es decir, el álamo blanco, entre su alma y su alma. Para acabar, nos sitúa la estrella en el trino (lugar de dioses), y la onda abajo en el agua. Y otra vez, arriba y abajo, le tiembla el alma.
En el nivel formal, Álamo blanco, pertenece al género lírico, ya que es aquella forma de escribir que pretende expresar los sentimientos, los pensamientos y en ciertos casos la imaginación. Dentro del género lírico, distinguimos varias categorías con las cuales podemos hacer una mejor clasificación, y este poema, desde mi punto de vista personal, sería simplemente una poesía, ya que se expresa la belleza por medio de la palabra en forma de versos. Respeto al lenguaje, no estaríamos equivocados a decir que este poema emplea un lenguaje bastante coloquial, ya que es bien sencillo y entendedor; hay alguna palabra que otra, como mecer y trino, que quizás es más culta, pero en lo general, el lenguaje no debe ser ningún impedimento a la hora de comprender el poema. Álamo blanco es una poesía donde escasean los verbos, y todos ellos están conjugados en presente de indicativo, como canta, baja y mece. Los signos de puntuación, nos ayudan a una fácil interpretación y, a más, este poema es un tanto peculiar en este aspecto porque cuando el autor va a hablar de su alma, de él mismo, cuando no está describiendo paisaje, siempre lo hace entre paréntesis; y, siempre que menciona a la columna de plata, lo hace entre símbolos de exclamación. Como vamos a ver a continuación:
(Arriba y abajo,
se me abre el alma)

¡Entre dos melodías,
la columna de plata!

¡Entre dos conmociones,
la columna de plata!

(¡Y tú, tronco ideal,
entre mi alma y mi alma!)

(Abajo y arriba,
me tiembla el alma)


Los ejemplos anteriores pertenecen a los versos 3-4, 5-6, 9-10, 11-12 y 15-16.

Para continuar con el nivel formal, vamos a mirar algunas de las figuras retóricas que encontramos en el poema de Juan Ramón. Tanto en los versos 5-6, como 9-10 y 11-12, encontramos exclamaciones, como podemos ver seguidamente:
¡Entre dos conmociones,
la columna de plata!

¡Entre dos conmociones,
la columna de plata!

(¡Y tú, tronco ideal,
entre mi alma y mi alma!)

También encontramos una metáfora siempre que nos habla de la columna de plata, ya que con columna de plata quiere referirse a cascada. Podemos encontrarlo en los versos 5-6 y 9-10, como vemos a continuación:
¡Entre dos melodías,
la columna de plata!

¡Entre dos conmociones,
la columna de plata!

Encontramos una antítesis o contraste siempre que nos menciona el famoso arriba y abajo de este poema, ya que enfrentamos conceptos contrarios. Lo vemos en los versos 1-2, 3-4, 15-16:
Arriba canta el pájaro
y abajo canta el agua.

(Arriba y abajo,
se me abre el alma).

(Abajo y arriba,
me tiembla el alma).
La personificación también está presente en este poema, ya que siempre que se habla del alma, se le atribuye una cualidad de humanos. Podemos observarlo en los versos escritos a continuación, que pertenecen a los números 3-4 y 15-16.
(Arriba y abajo,
se me abre el alma).

(Abajo y arriba,
me tiembla el alma).
Hablando de la estructura métrica, este poema está compuesto por versos, mayoritariamente heptasílabos con una rima asonante, (A-B-A-B), por lo cual, no es de extrañar la musicalidad que tiene. Tiene 16 versos, estructurados en 8 estrofas (cada una de ellas compuesta por dos versos).

Para concluir, me gustaría relacionar este poema con los rasgos característicos que tiene. En primer lugar, vemos que incluye rasgos modernistas, ya que por ejemplo, nos describe la naturaleza, pero con cierta subjetividad; el lenguaje es sencillo y busca la perfección; se representan los sentidos, como el sonido de los pájaros, el correr del agua, el olor del álamo; las exclamaciones están presentes y los sentimientos del alma también; en resumen, esté poema está hecho para reafirmar el lema de los modernistas: arte por arte. Como que no presenta ninguna característica de la Generación del 14, no estaríamos equivocados al decir que este poema pertenece a la etapa sensitiva de Juan Ramón.




 Ésta es una imagen de Juan Ramón Jiménez hacia el año 1900. He escogido esta porque me parece que debería ser bastante próxima a cuando escribió el poema del Álamo Blanco.
La imagen ha sido extraída de la fuente de información proporcionada por la profesora (bib.cervantesvirtual.com) y la información que he necesitado para escribir mi comentario de texto, la he obtenido mirando nuestro libro digital de weeras y con los apuntes dados en clase. Respeto a las figuras retóricas, he consultado los documentos pdf colgados en nuestro blog.

1 comentario:

Alicia dijo...

Lo comentamos en clase. Nota: 9