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Sacramento y Don Rosario tienen una relación ya que los dos son nombres alegóricos, ellos dos son los que representan la agobiante ternura y los valores tradicionales. Don Rosario se representa como un personaje cursi, mantiene un papel antinatural y su paternalismo le convierte en ejecutor de les estúpidas reglas de la sociedad. Es un personaje absurdo, exagerado e inverosímil, todo esto empieza a suceder desde el momento en el cual enseña las tres lucecitas del puerto que jamás ha visto. Es un personaje exageradamente paternal con sus huéspedes, toda su actuación es una sarta de exageraciones y comportamientos absurdos. Su objetivo será el cornetín.

Don Sacramento es el padre de la novia, es un hombre aburrido, con ideas muy rígidas y dominantes. Desvela una concepción de la vida matrimonial aburrida y asfixiante, personaliza la tradición y la convención, el puritanismo, la rigidez de costumbres preestablecidas, implacables de las que es esclavo y defensor, aparte es quien devuelve a Dionisio a la realidad. Las alusiones a la decencia son absurdas, utiliza verbos de obligación. Es un personaje paródico    que califica de “bohemio” todo lo que choque con el sistema inflexible basado en la apariencia y las buenas costumbres.