Podemos decir que la principal función del odioso señor en esta obra es ridiculizar al sector burgués de la época.
Este personaje hace su principal aparición en el segundo acto, en el que intenta seducir a Paula. Para ello, le intenta influir mediante un sinfín de cómicos regalos que se saca de su bolsillo (medias, bombones, bocadillos, flores, etc). Paula se niega a mantener cualquier relación con él, hasta que decide aprovecharse de la situación y pedirle billetes. Él se los da, y seguidamente cierra los pestillos de las puertas y se le echa encima, de modo que ella se ve obligada a gritar para que la rescaten. Finalmente, le devuelve el dinero y los regalos.
Como podemos ver, este personaje nos muestra de forma burlesca lo que de verdad importa para la burguesía, el dinero y el sexo, dejando de lado la reputación.
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